sábado, 13 de noviembre de 2010

La baraja

El escaso número de cabezas que reflexionan sobre el bien de la Humanidad en un momento crítico como éste temo que nada signifique ante la confusión reinante: más provocada aún que comprensible, más ciega ante el futuro que previsora, más vil explotadora del momento que amenazada por él... Estamos de los G-7, 10, 20 o veintitantos hasta las narices: de su inutilidad, de sus secretos a cuestas y sus rectificaciones, de sus torpes y vacilantes decisiones, que sobrepasan poco a poco sus límites, invadiendo los de la política internacional. Si lo primero que hace ese G-20 no es reconocer que el siglo XXI lo sobrepasa en el campo económico, debe ser disuelto por el más alto de los organismos internacionales: la ONU si lo es, porque el aire está tan contaminado que ni de eso nos deja estar seguros... Pero sí hemos de estarlo de una cosa: que para llenar un vacío lo primero que hay que hacer es verlo. Y ese vacío está ahí. A expensas del primero que llegue. Es posible que por Oriente. Y en el nuevo reparto hemos de jugar todos. O romper de una puñetera vez esta baraja.

Antonio Gala. El Mundo (12/10/2010)